Las trepidantes aventuras de Wasinflei (desvaríos fútiles)
Wasinflei se fue a casar gnomos, por eso él es feliz en estos días. Se compró un auto y se fue a bailar.
*N. del A: Estimado lector, debo asumirme como un ente que a veces resulta muy divergente y vacuo, a partir de ello nacen Las trepidantes aventuras de Wasinflei. Espero sea el primero de muchos desvaríos fútiles, ya que todos tenemos derecho a hablar banalidades de vez en cuando, lo que por supuesto, también nos da el permiso de escribirlas.
*2° N. del A: Esto NO es un giro del blog, solo un placer que me tomaré de vez en cuando. Espero le guste.