martes

Insomnio

Aburrido de escribir sobre sueños, quiero contarles un cuento acerca de la realidad. Una realidad en la que el amor deja de ser bienvenido, aunque eso no le quite lo imprudente.

Eran cerca de las 4:00 am y Felipe, a pesar de lo cansado que se había recostado, no conseguía pegar un ojo, simplemente no lograba dormirse. Luego de leer, pensar, y darse muchas vueltas por las sábanas, decidió tranquilizarse y respirar. Se levantó para abrir las cortinas de su habitación, tenía una bonita vista, vivir contiguo al cerro le permitía sentirse en el campo cada vez que lo necesitaba. Ahora era una de esas ocasiones.

La noche estaba algo fría, pero Felipe se encontraba cobijado por sus frazadas, y desde su calor, observaba hacia fuera intentando no pensar, simplemente concentrándose en su respiración. De súbito, y sin tener ningún motivo aparente, comenzaron a salir lágrimas de sus ojos, no las contuvo, dejó que brotaran, que tropezaran cabizbajas por su rostro, que picaran, y que aterrizaran sin fuerzas en su almohada.

En eso, comienza a ver unos reflejos en la ventana, como de cristales que pasaban haces de luz a través de los vidrios. Felipe se concentró, quería saber de dónde venían esas ráfagas. No pudo creerlo, volvió a observar con atención… era cierto, pero muy improbable, tanto así que si le hubieran dicho que existía esa posibilidad, él habría asegurado con su vida que no, pero ahí estaba, tendido, observando, cuando a las 4:37 am las estrellas estaban llorando desde su ventana.

Desconcertado, no quiso atribuir ninguna explicación lógica a lo que estaba viendo, tampoco quiso cuestionarlo o cuestionarse, simplemente se encargó de ser un espectador de un evento del que, estaba seguro, nadie más se estaba percatando.

Las estrellas lloran cuando nadie las está mirando… pero hasta las estrellas se equivocan.

Desde el otro lado del cerro, ella también observaba llorar a Felipe, y nostálgica le regalo esa única estrella que ya no derramaba lágrimas, pero sólo porque fue la primera en liberarlas.
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N. del A: Debo ser sincero, este relato no me gustó como quedó, pero siento la necesidad de comunicarlo. Me gustaría saber que le(s) parece (y así me entero de pasada si alguien lee este blog).¡Gracias!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BUENO PASABA X AKI COMO SIEMPRE SOLO Q ESTA VEZ DEJARE RASTROS DE MI VISITA..
M GUSTO EL RELATO....YO CUANDO ESTOY TRISTE MIRO A LAS ESTRELLAS PARA SENTIRME ACOMPAÑADA XQ MAS DE ALGUNA PERSONA DEBE ESTAR EN LO MISMO Q YO TRATANDO DE ENCONTRAR CONSUELO O BUSCANDO ESA ESTRELLA UNICA, LA Q BRILLA MAS Q EL RESTO, LA Q ES ESPECIAL...
TU ERES MI ESTRELLA ESA PERSONA ESPECIAL MIL CARIÑOS ALDITO MIS MAS SINCERAS BENDICIONES PARA TI...
TE KERO MUCHO
M.

Anónimo dijo...

Guardafaro

Adoro lo que escribes, porque es lo mismo que leo. Lo adoro por lo que es, por lo que pudo ser, por lo que promete y por lo que nunca será. Porque te denota, te explota y te descubre, porque su ritmo es igual al de tus pulsaciones, porque las palabras que lo conforman son equivalentes al lenguaje de tu alma. Porque es un acto de vulnerabilidad, y valentía.
Porque en cada palabra descubro algo nuevo de lo subyacente y lo mundano, de esa dualidad que es tan tuya, y por eso tan bella
(No me pidas juicios de valor. Cuando las palabras vienen desde el corazón al teclado, los juicios se pierden en el trayecto)

Siento que cuando escribes, no puedes separar sueños de realidad. Por lo menos, yo no puedo cuando te leo. Por favor, nunca te aburras de escribir sobre tus sueños… sé que muchos de ellos son compartidos…
Así como hay muchos insomnios compartidos, llantos compartidos, estrellas compartidas….no coincidencias, sino conspiraciones universales, de esas que nos conectan a todos, pero que solo a un par los pone en la misma sintonía
También he visto estrellas llorar al otro lado del cerro, y lo bonito de verlas es que siempre siento que alguien más se está percatando…
Cada lágrima derramada se ha transformado en fuente. Las tuyas, las mías, las de las estrellas. Cada una ha valido la pena perderla, aunque nunca pueda recuperarse. Porque ahora forman parte de algo más grande, donde se sienten plenas, dónde no importa que no se distinga su unicidad...

Gracias poeta querido, por esto y por todo lo demás
;)

Anónimo dijo...

bueno...acaba de leer este cuento...diría que esto es la respuesta al mio...pero probablemente me equivoco otra vez...pero igual me gusta ;-)))

un besote transatlantico para ti
:***
s...