jueves

El beso

...Reúnes mis labios con los tuyos y el infierno se acerca, rozo tus comisuras entreabiertas, sin pudor masco suavemente tu borde inferior, sonríes y deslizas tu lengua por mi superior mientras reaprietas con fuerza tus brazos alrededor de mi cuello. Dejo caer levemente mi cabeza hacia un lado, tú haces lo tuyo y nuestros precipicios de abren arrojando a él nuestros surcos, mezclando carnosidades y saliva. Exhalas, inhalo, y mientras cerramos nuestros labios enderezamos nuestros cuellos. Besas tiernamente la punta de mi labio superior, invitación suficiente para acariciar la unión exacta entre tu cuello y tu mentón, te devuelvo la sonrisa.

...Libero una mano sólo para recorrer tu rostro, tus ojos cerrados, y con el pulgar, esos labios que tanto había esperado. Me acercas mientras reabres tu boca, y sin abrir los ojos nos besamos nuevamente, pero esta vez, iríamos más allá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no solo de robot vive Aldo

Edu@rdo dijo...

Los besos...
Qué poderes arrastran,
qué mares dejan abiertos sobre los horizontes de la boca
que llenan nuestra alma y la inundan
infinita y apasionadamente...

Hace tiempo que no te leía amigo...
Fue grato hacerlo de nuevo!!

Felicitaciones!!!