Las chimeneas
En estas fechas pasa algo realmente inaudito, nacen unas chimeneas rarísimas en toda la ciudad, en cada hogar aparece una, si vives en un departamento salen horizontales desde alguna pared, y si tu hogar no tiene techo, algunas vienen con uno incluído.
Crecen en la noche, mientras todos duermen. Cuadradas, con bordes de ladrillo rojizo, y con el espacio justo para que una persona como tú quepa dentro poseen una gran extrañeza, y es que botan una especie de resina mágica, permitiendo que cuando alguien quiera subir o bajar a través de ellas, éstas adopten por dentro la forma de una cómoda escalera; eso sí, no cualquiera puede entrar a estas chimeneas, solo la gente con buenas intenciones puede lograrlo, y como dato curioso, la misma resina de las chimeneas tiñe fuertemente todo lo que roza, volviéndolo de un rojo muy intenso; por eso, si vez a alguien que anda vestido con ropa teñida de rojo, no temas, probablemente es alguien con buenas intenciones que quedó manchado por pasear entre chimeneas.
Nadie sabe bien cómo funcionan o por qué salen en estas fechas, pero sin duda hacen un buen trabajo, mejoran los hogares llenándolos de luz y paz, provocando que los grandes anden más felices (y, por ende, los chicos también).
Cuando cambia el año, al igual que como aparecen, se desvanecen en cuestión de una sola noche, sin dejar rastro alguno, excepto por supuesto en nosotros… recordándonos que son reales, y alimentando la esperanza que las volveremos a ver, el otro año, por estas mismas fechas.
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N. del A: ¡Feliz Navidad!